El 4 de abril empezó en la sala de bóvedas de Plaza Mayor una exposición sobre la Defensa de Madrid. Se titula «No Pasarán. Madrid 1936. 16 días». Acudí al día siguiente de inaugurada. Y otra vez a los dos días, para ver las entrevistas que no tuve tiempo de ver en la primera visita. Y en ambas ocasiones pude molestarme y me molesté. No por la exposición, que creo necesaria, sino por algunos individuos que acudieron a verla.

Se quejaban estos individuos de  que en la exposición no se hacía ni una sola mención a Paracuellos, y que siempre es igual con las exposiciones de los «rojos». Qué decir tiene, además, que lo decían a viva voz en medio de la exposición sin permitir a los demás disfrutar tranquilamente de la exposición.

Y, ¿sabéis lo mejor de esas quejas? Que demostraban que esas personas no sólo habían ido alli con una idea predeterminada (la de criticar una exposición montada por el gobierno de Carmena), sino que ni siquiera habían dado una vuelta por la exposición ni se habían parado a pensar en de qué tema se trataba.

Primero, porque sí se menciona Paracuellos de Jarama. Es más, los comisarios han tenido a bien incluir un listado (conocido a través de Cruz Roja, si no me estoy equivocando) de reclusos de la Cárcel Modelo y otras que habían sido evacuados en aquellas tristes noches camino de Paracuellos. Ese listado está en la pared del fondo, justo frente a una columna en la que se incluye un listado de víctimas de los bombardeos correspondiente a aquellos días (ya escribiré sobre el tema de los bombardeos, pero por si os pica la curiosidad os dejo mi TFM).

Y segundo: el tema es la Batalla de Madrid, no la Guerra Civil. No la Batalla del Jarama, ni la de la Carretera de la Coruña. Tampoco la Batalla de Paracuellos. Con lo que Paracuellos no tenían la obligación de mencionarlo. Si lo han hecho es de buena fe y queriendo, precisamente, evitar polémicas.

En cualquier caso, yo agradezo que esta exposición se realice. Más aún ahora que el Gobierno denegó al grupo de investigación “Madrid 1936-1939: Capital, frente, retaguardia y ciudad en guerra” la renovación del proyecto. Creo que tenemos mucho que agradecer a Gutmaro Gómez Bravo y su gente por su esfuerzo en este tema. Agradezco que se realice porque ayuda a visibilizar el tema. Un tema que, realmente, es en el fondo un gran desconocido. Y que interesa a mucha gente.

Yendo a la exposición en sí, y dejando a un lado las polémicas, quiero dar la enhorabuena a los comisarios. Presentan buenos documentos gráficos y audiovisuales. Llama la atención el fragmento de película que proyectan y, sobre todo, las entrevistas que presentan de personas que vivieron aquellos días en Madrid. Resulta muy interesante ver, además, la cantidad de rostros de mujer que se ven en las fotografías expuestas. Y no necesariamente en “labores de retaguardia”, sino también (y creo que sobre todo) vestidas de milicianas. Una muy buena idea teniendo en cuenta la escasez de espacio que se plantea al hacer la exposición en la sala de bóvedas: en lugar de dedicar un espacio que no tenemos a hacer una sección sobre las mujeres, mostramos su presencia en cada aspecto de la vida de aquellos días.

En definitiva: agradezco a los comisarios, Tània Balló y Gonzalo Berger, su labor en esta exposición. Y a la Oficina de Derechos Humanos y Memoria de Ayuntamiento de Madrid el haberla organizado. Una Oficina que, por cierto, está haciendo mucho por este tema. Y, en general, contando con muy buenos profesionales