Estos días estoy con una lectura muy interesante. Un libro, más bien académico que divulgativo, llamado “Modernas y vanguardistas: las mujeres-faro de la Edad de Plata”, de Mercedes Gómez Blesa. Me está gustando mucho, he de decir. Está bien estructurado, bien hilado, y toca muchos palos. A mí, personalmente (no soy especialista en historia de género), me está aportando muchas cosas no ya sobre la historia en femenino, sino simplemente sobre historia de Madrid.

Pese a esto, nada en esta vida es perfecto, y en las páginas de este libro he topado con un dato a matizar y, sobre todo, un error de fecha. Un error que creo que no es de la autora, que se limita a reproducir lo divulgado en investigaciones anteriores. En este artículo os hablaré sobre la matización (y como llegué a la necesidad de matizar ese dato) y os presentaré un poco la institución; y en el siguiente artículo os hablaré sobre el error.

Tanto el error como el dato matizable tienen que ver con la información que Gómez Blesa aporta en torno a la institución denominada “Ateneo de Señoras”. Ya os aviso, si os gusta la historia de género, de que es una institución muy curiosa enormemente revolucionaria para le época, pero que desde la perspectiva actual podría parecer que no. Os transcribo la definición de su objetivo, que aparece en los estatutos de la asociación (podéis descargarlo en este enlace):

«El Ateneo es una asociación de enseñanza universal, artística, literaria, científica, religiosa y recreativa que se propone instruir á la mujer en todos los ramos de una educación esmerada y superior, para que por sí misma pueda instruir y educar á sus hijos, haciéndolos buenos ciudadanos y escelentes padres de familia.»

Cabe decir que de por sí este documento ya es interesantísimo. Detalla todo el funcionamiento interno del Ateneo, las cuotas, etc.  Pero bueno, no quiero centrarme en eso ahora. Estábamos hablando del libro.

El caso es que Gómez Blesa no comenta en ningún momento nada sobre ninguna sede oficial de la institución. Por lo que, queriendo poder meter este tema en una posible ruta de Historia del feminismo, me puse a buscar esta sede en internet. No me sorprendió ver que en la Wikipedia no había un artículo creado sobre el Ateneo (aunque sí aparece mencionado y con enlace a la página no creada). Tampoco encontré ningún artículo específico en dialnet ni mención en la Madridpedia. Esto no quiere decir que no encontrase nada sobre el Ateneo. Hay varios artículos sobre la vida de su fundadora, doña Faustina Sáenz de Melgar, y en ellos se habla sobre este Ateneo.

Para seguir la pista de las sedes, ante la falta de respuesta, me metí en mi página preferida: la hemeroteca digital de la BNE. Busqué “ateneo de señoras” y “ateneo artístico y literario de señoras”, y encontré numerosas noticias. Ya me entró otra vez la gusa de investigar; maldita droga.

Y aquí viene la cuestión. Me había quedado con el cante de que en el libro ponía que la institución nació el 28 de diciembre de 1868. Una fecha tomada por otros artículos como el momento fundacional (por una reunión de Faustina con Fernando de Castro y otras mujeres). Como os podéis imaginar se me quedó grabado porque pensé: “esto suena a broma”. Y como me había quedado con ese dato me llamó la atención un detalle en la búsqueda que os comentaba.

Las primeras menciones a la institución son de principios de diciembre de ese mismo año, y no de finales. Si bien es cierto que las primeras primerísimas noticias hablaban de “va a establecerse en breve”, ya el 17 de diciembre aparece en La Iberia el primer texto del Ateneo. Aunque en realidad no se puede decir que haya quedado constituido, yo me atrevería a decir que es el día de su nacimiento: Faustina Sáenz de Melgar hace en este texto un llamamiento para empezar la historia de tan noble institución. Y conviene señalar que precisamente este llamamiento aparece en la Memoria que a 27 de junio de 1869 publica el propio Ateneo, por lo que parece que desde el propio Ateneo se considera como el momento fundacional.

Abro paréntesis: en una noticia de La Iberia publicado el 10 de enero de 1869 veo referido que el Ateneo ha nacido en setiembre (sic.). Cierro paréntesis.

Días más, días menos, la cuestión es que en ese mes nace una institución que, escondida bajo un velo de domesticidad, es claramente emancipadora. Precisamente lo evidente de ese mensaje emancipador oculto provocó ciertas reacciones. Aquí dejo un comentario aparecido en Gil Blas el 7 de enero de 1869 (era un semanario satírico, me cabe la duda, en realidad, de cómo interpretar esto, pero creo que es una crítica a esos diarios machistas), como regalo de Reyes:

Gil Blas, 7-1-1869. Fuente: BNE

Os dejo también unas viñetas aparecidas otra vez en Gil Blas el 10 de enero de 1869, que insisto en que dado el carácter del semanario creo que son una crítica a los críticos con el Ateneo:

Si no puedes ver la imagen correctamente, pincha sobre ella.

En este caso las viñetas dejan claro por dónde se atacaba a las mujeres en aquel entonces. La mujer era el ángel del hogar: ellas se encargaban de la educación de los hijos, del cuidado de los padres, hermanos, y demás cuando estaban enfermos (o no)… Y podrán decir algunos: “pero si sólo tienes referencias de diarios que critican a los críticos, ¿cómo sabes que realmente se criticaba?”. Bueno, es que también tenemos referencias de los diarios críticos. Prosigo.

En un diario católico como El pensamiento español se lee el 15 de diciembre la siguiente referencia:

«Los periódicos liberales dan la noticia de que va á establecerse un Ateneo científico y  literario para el bello sexo.

Suponemos que esta planta exótica no se aclimatará a España á pesar de todos los cuidados da la revolución.»

O este otro texto, en La Época del 21 de enero de 1869:

 

La época 21-1-1869. Fuente: BNE

O una carta posterior al diario La Correspondencia de España (5-4-1869), donde critica la moda de las conferencias a la que se han sumado “hasta las señoras” y que, no dejando de “producir un extraño efecto” hace pensar “involuntariamente en el papel del marido” que “debe necesariamente reemplazar a su mujer en casa”

Pese a estos casos, hay que reconocer que la mayor parte de la prensa que he podido consultar alaba la aparición de este Ateneo y la concurrencia a sus sesiones. Pero de momento os dejo con esto. La semana que viene terminaremos esta historia hablando sobre el error que comentaba al principio.